HABILIDAD LECTORA

"El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho".

Miguel de Cervantes Saavedra, escritor español.

"La lectura hace al hombre completo; la conversación lo hace ágil, el escribir lo hace preciso".

Francis Bacon, escritor y filósofo.




lunes, 13 de febrero de 2017

LEER, LECTURA Y COMPETENCIA LECTORA

La lectura es un derecho básico del ser humano reconocido en la Declaración Mundial sobre Educación para Todos (UNESCO, 2000). 
Leer es una capacidad intelectual y una actividad y práctica social (Pellicer, 2006). 
La lectura –y su contraparte, la escritura- son la llave de la educación, el conocimiento, la formación, la instrucción, la interacción y participación social, económica y cultural.
Leer no es simplemente descifrar o decodificar los signos gráficos de la escritura,sino que implica la capacidad para comprender, reflexionar, imaginar y adquirir nuevos conocimientos, pues la lectura nos da la posibilidad de profundizar en las ideas y desarrollar las propias, al tiempo que resulta una fuente de experiencias, emociones y afectos (Gómez Morín, 2014).
La lectura involucra, además, la interrelación de todas las habilidades lingüísticas (hablar, escuchar, leer y escribir) (Romero y Lozano, 2010) puesto que es “un proceso interactivo de comunicación en el que se establece una relación entre el texto y el lector, quien […] le va otorgando sentido particular al texto según sus conocimientos y experiencias en un determinado contexto” (Gutiérrez y Montes de Oca, 2004:1).
Los expertos destacan que, durante la adolescencia, la lectura ayuda a los jóvenes no sólo a ampliar su vocabulario, sino también a desarrollar el pensamiento inferencial y argumentativo y a encontrar soluciones a sus propios problemas. Siendo una actividad tranquila, la lectura ayuda a los jóvenes a calmar los nervios y la ansiedad, al tiempo que estimula el lóbulo derecho del cerebro incidiendo directamente en la capacidad de análisis, expresión, intuición y creatividad, aumentando las reservas cognitivas y la capacidad de la mente para defenderse de las enfermedades neuropatológicas como la demencia.
Leer es comprender, por lo que la lectura representa el medio por excelencia para adquirir conocimientos. Sin embargo, el conocimiento no se adquiere por el sólo hecho de leer. Se requiere, además, del propósito y la experiencia del aprendizaje cuya clave se encuentra en la relación entre lo que conocemos y lo que estamos aprendiendo. Esto, a su vez, lleva a la posibilidad de incorporar nuevos conocimientos en un proceso continuo de construcción que puede no tener límites. Por ello, el aprendizaje está íntimamente relacionado con la capacidad lecto-escritora pues, a aprender se aprende leyendo y enseñar sólo se logra enseñando a leer.

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